jueves, 31 de diciembre de 2009

HOY 31 DE DICIEMBRE ,CELEBRAMOS LA NOCHE MAS VIEJA DEL AÑO




Como buenos alcublanos y los que se sienten sin ser lo ,año tras año celebramos las doce campanadas con el reloj de la torre de la Iglesia ,en la plaza cada año no cabe más gente ,hay que celebrar con los amigos y familiares el fin de un año que ya termina , deseando al brindar con champán o cava que el próximo año sea mucho mejor para TODOS.



Desde la Asociación Cultural Virgen de la Salud-Jaime I de Alcublas os deseamos un feliz



2010

que venga cargado con muchas ilusiones y deseos




EN MADRID,EN LA PUERTA DEL SOL TAMBIÉN SALEN A CELEBRARLO Y SE TRANSMITE POR LA TELEVISION TODOS LOS AÑOS .



Fuente: Noticieros Televisa
Relojeros cuidan el mecanismo del reloj de la Puerta del Sol de Madrid para que nada falle el 31 de diciembre por la noche
MADRID, España, Todas las miradas de los españoles se dirigen estos días hacia el reloj de la Puerta del Sol de Madrid.
En lo alto de la torre del emblemático edificio de la Real Casa de Correos -situado junto a la placa que marca el kilómetro cero de las carreteras de este país, y que hoy acoge al Gobierno Regional de Madrid- se erige este viejo reloj ajeno a la expectación que despierta.
Sus relojeros cuidan estos días con máximo esmero el mecanismo para que todo funcione correctamente y no haya sobresaltos, ni fallos, en la última noche del año. Todos los días comprueban su renovado engranaje (se restauró en 1996, conservando las piezas originales) para que con precisión "suiza" marque el ritmo con que los españoles comerán las 12 uvas que marcan el inicio del año nuevo. Una por cada mes del año 2010 para que sea un año de fortuna y suerte.
Para que esté todo a punto, además se realizarán tres ensayos completos. El último será el mismo día 31 a las doce de la mañana.
Primero debe descender con un soniquete una gran bola situada en lo más alto de la torre. Esto ocurre 28 segundos antes de las campanadas mediante un mecanismo que se activa manualmente. Por ello Jesús López, uno de los relojeros encargados de sus cuidados, estará en el interior del reloj durante la Noche Vieja.
Después ya depende de este famoso e histórico reloj. Primero marca los cuartos: cuatro cuartos cuyas campanas son más rápidas y que siempre confunden a los ciudadanos pensando que son las principales.
Por último las 12 campanadas con un intervalo de tres segundos cada una para que haya tiempo de ingerir las uvas y nadie se atragante.
El reloj de la Puerta del Sol fue diseñado y construido por el leonés, José Rodríguez de Losada en 1866, un acaudalado maestro relojero exiliado en Londres. En aquella época Inglaterra era uno de los países más avanzados en mecánica e ingeniería, de manera que construyó el reloj allí y después donó su obra al pueblo de Madrid, debido a su admiración por la Reina Isabel II.
El 9 de noviembre de 1866 comenzaron los trabajos en el edificio de la Puerta del Sol para montar la maquinaria de un reloj gigante. Diez días más tarde el 19 de noviembre del mismo año comienza a funcionar por primera vez ante la curiosidad de los madrileños.
Pero toda la admiración que despertó el artilugio se convirtió rápidamente en burla y mofa pues el gran reloj sufría constantes retrasos. El maestro Losada tuvo que realizar una serie de ajustes y se convirtió desde entonces en un auténtico ejemplo de puntualidad y en todo un símbolo para los españoles.
Años más tarde en 1909 y según cuentan, debido a un exceso en la cosecha de un grupo de viticultores alicantinos, pensaron deshacerse de este stock pregonando que consumir uvas el día de Noche Vieja daba buena suerte para el año siguiente.
Y que mejor que concentrarse en la Plaza del Puerta del Sol para tomar las uvas al son de las 12 campanadas del reloj más famoso del país.
Desde entonces se conserva esta tradición que además y gracias a los avances tecnológicos, hoy pueden seguir todos los españoles, a través de la pequeña pantalla, rodeados de familiares y amigos esperando y soñando que con cada uva que se comen desaparezcan los malos augurios y se cumplan sus deseos para el Año Nuevo.
Ciento cuarenta y tres años ha cumplido este viejo mecanismo, y gracias a los constantes cuidados de sus relojeros, todo está a punto para que un año más dé las campanadas del inicio del 2010 y desear un feliz año a todos.



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