La Germandat dels Cavallers y las autoridades realizan la tradicional ofrenda de flores al fundador de la ciudad.
VICENT BORRULL CASTELLO
Más de 4.500 personas desfilan en la cabalgata folclórica anunciadora de Magdalena
Los castellonenses responden a la llamada del pregoner y abarrotan las calles para participar del primer día festivo de la capital
VICENT BORRULL CASTELLO
Más de 4.500 personas desfilan en la cabalgata folclórica anunciadora de Magdalena
Los castellonenses responden a la llamada del pregoner y abarrotan las calles para participar del primer día festivo de la capital
La reina Violant d'Hongria, la reina de las fiestas de la Magdalena, el alcalde de la ciudad y el prohom de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, depositaron ayer una ofrenda floral ante el monumento al rey Don Jaime I como homenaje al fundador de Castelló. Es al acto que anualmente organiza la Germandat en la mañana de la cabalgata del Pregó y que tiene un vistoso colorido historicista.
La mañana estaba fría pero ante los agoreros presagios de agua, el acto quedó especialmente lucido porque pocos apostaban por que se pudiera realizar.
En la comitiva de la Germandat, tras las trovas caballerescas llevadas por los pajes, formaron los bombos y tambores de la cofradía de Santa María Magdalena que acompasaron la marcha con su potente y ronco son y seguidamente la milicia templaria con Alvar Monferrer encarnando a Guillém de Montrodó y la escuadra de honor que escoltaba a Violant d'Hongria y a sus Dones de Companya, las cuales lucían radiantes en su ternos de época. También formó el cabildo de la Germandat presidido por el Prohom y los miembros del Consell d'Honor. No faltó el símbolo del Penó de la Conquesta verdadero emblema de la Germandat.
Tras recorrer la Plaza de la Paz y calles de Gasset y Ruiz Zorrilla, llegaron a su punto de destino ante la estatua del rey Jaime I que modelara el escultor Viciano y se formó la presidencia ante el monumento con la presencia de las primeras autoridades e invitados.
Numeroso público se dio cita en la Plaza para contemplar el breve aunque solemne acto de homenaje, testimonio de las raíces históricas de Castellón.
Leyó la reina Violant, Alejandra Llopis, el laudo arbitral, que es un documento real de su presencia histórica. Este laudo ha sido una de las piezas vertebrales de la historia de Castellón y Els Cavallers lo tienen como cita emblemática de sus celebraciones.
EL TRASLADO
El Cavaller Josep Balfagó, como maestre de la sociedad, leyó el privilegio de traslado que dio origen a la ciudad de Castelló y seguidamente las reinas Violant y de la Magdalena, el alcalde y el prohom, tras cruzar un arco de espadas de la escuadra de gala, depositaron una corona de flores en el monumento al rey fundador de Castellón. Previamente habían hecho lo propio les Dones de Companya. Con la invocación a los santos patronos, rubricada por un sonoro ¡Fadrell! por parte de todos los presentes, concluyó el acto no sin antes escuchar el himno de la Germandat del maestro Mulet.
Tras recorrer la Plaza de la Paz y calles de Gasset y Ruiz Zorrilla, llegaron a su punto de destino ante la estatua del rey Jaime I que modelara el escultor Viciano y se formó la presidencia ante el monumento con la presencia de las primeras autoridades e invitados.
Numeroso público se dio cita en la Plaza para contemplar el breve aunque solemne acto de homenaje, testimonio de las raíces históricas de Castellón.
Leyó la reina Violant, Alejandra Llopis, el laudo arbitral, que es un documento real de su presencia histórica. Este laudo ha sido una de las piezas vertebrales de la historia de Castellón y Els Cavallers lo tienen como cita emblemática de sus celebraciones.
EL TRASLADO
El Cavaller Josep Balfagó, como maestre de la sociedad, leyó el privilegio de traslado que dio origen a la ciudad de Castelló y seguidamente las reinas Violant y de la Magdalena, el alcalde y el prohom, tras cruzar un arco de espadas de la escuadra de gala, depositaron una corona de flores en el monumento al rey fundador de Castellón. Previamente habían hecho lo propio les Dones de Companya. Con la invocación a los santos patronos, rubricada por un sonoro ¡Fadrell! por parte de todos los presentes, concluyó el acto no sin antes escuchar el himno de la Germandat del maestro Mulet.
La cabalgata partía a las 16.00 horas de la calle de San Roc. En la primera parte desfilaron las entidades que rememoran el pasado de Castellón, entre ellos la Colla del Rei Barbut, que, como cada año, saca a la luz a los personajes del libro 'Tombatossals', de José Pascual Tirado. «Mira, hijo, ese es el Rei Barbut, y allí está el gigante Tomb
El Centro Aragonés, que este año celebra su 75 aniversario, participó en esta primera parte de la cabalgata para poner de manifiesto un pasado común: el de la Corona Catalano-Aragonesa. Las jotas inundaron las calles, y unas ocho personas lucieron los trajes típicos de Aragón desde una carroza que salió a la calle por primera vez en la edición del pregón de ayer. atossals»
CURIOSIDADES
A medida que avanzaba el desfile el ambiente se animaba más y más. De las casas, con las puertas abiertas de par en par, empezaron a asomar bandejas con comida. Justamente eso sucedió en la vivienda de la familia Balado, al final de la calle de San Roque, donde Elena, una mujer de alrededor de 50 años, comenzó a sacar platos con coca, almendras, y la tradicional 'llonganissa' y 'botifarra' seca compradas para la ocasión en una de las carnicerías tradicionales de Castellón. «No he faltado a un pregón desde que era niña, y tener la casa de los abuelos dentro del recorrido es un privilegio. Hoy, como cada sábado de Magdalena, nos hemos reunido casi todos los sobrinos y los primos, y en total somos más de 70», relata Elena. La esencia del Pregó, dice, se mantiene, aunque la cabalgata ha cambiado mucho con los años. «Es el día en que baja a la capital gente de toda la provincia, pero cada vez vienen más, y eso también hace que el desfile sea más largo», explica. Y se dirige al familiar sentado a su lado para recordar «aquellos años en que el Pregón pasaba por la calle Enmedio». «Era más bonito», rememora. «Pero yo, mientras pueda, no me pienso perder un pregón ni una Romería»
El Centro Aragonés, que este año celebra su 75 aniversario, participó en esta primera parte de la cabalgata para poner de manifiesto un pasado común: el de la Corona Catalano-Aragonesa. Las jotas inundaron las calles, y unas ocho personas lucieron los trajes típicos de Aragón desde una carroza que salió a la calle por primera vez en la edición del pregón de ayer. atossals»
CURIOSIDADES
A medida que avanzaba el desfile el ambiente se animaba más y más. De las casas, con las puertas abiertas de par en par, empezaron a asomar bandejas con comida. Justamente eso sucedió en la vivienda de la familia Balado, al final de la calle de San Roque, donde Elena, una mujer de alrededor de 50 años, comenzó a sacar platos con coca, almendras, y la tradicional 'llonganissa' y 'botifarra' seca compradas para la ocasión en una de las carnicerías tradicionales de Castellón. «No he faltado a un pregón desde que era niña, y tener la casa de los abuelos dentro del recorrido es un privilegio. Hoy, como cada sábado de Magdalena, nos hemos reunido casi todos los sobrinos y los primos, y en total somos más de 70», relata Elena. La esencia del Pregó, dice, se mantiene, aunque la cabalgata ha cambiado mucho con los años. «Es el día en que baja a la capital gente de toda la provincia, pero cada vez vienen más, y eso también hace que el desfile sea más largo», explica. Y se dirige al familiar sentado a su lado para recordar «aquellos años en que el Pregón pasaba por la calle Enmedio». «Era más bonito», rememora. «Pero yo, mientras pueda, no me pienso perder un pregón ni una Romería»
Después de los pueblos, el protagonismo recae en Castellón de La Plana. Las diferentes asociaciones culturales, las collas, y el grupo de Dolçainers y Tabaleters se abren paso. No faltan los bailes de la tradicional «dansà» valenciana al ritmo del «tabal y la dolçaina
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