La explanada enfrente del monasterio, se convirtio en el campo de torneos.
Los zancudos preparados y esperando.
Otro angulo del campo de torneos.
Grupo de templarios se dirigen al punto de partida de la entrada.
En la plaza adyacente se montaron una cuadras, engalanando el caballo de Jaume I
Las cuadras vistas desde el monasterio.
La Reyna y sus damas esperan el comienzo.
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